Por medio de la fe


Introducción 

Es paradójico que la mejor noticia para la humanidad sea tan difícil de aceptar. El orgullo, la soberbia y la independencia de la naturaleza pecaminosa del hombre le dicen que puede hacer algo para salvarse. Es humillante admitir que uno es incapaz de contribuir en alguna forma para obtener los beneficios que recibe. Sin embargo, al hablar de cómo recibir la salvación eterna, ¡con que energía el apóstol Pablo rechaza los esfuerzos humanos! este mensaje es la mejor noticia que la persona pueda escuchar, si la salvación dependiera de ella misma, no tendría esperanza.

Por gracia sois salvo (Efesios 2:8)

Gracia es una palabra clave en este párrafo. es usada en Ef 2:5 y 7. se repite aquí porque es el momento adecuado para explicarla. No sólo la conversión es por gracia. Toda bendición de Dios, ahora y por la eternidad, es sólo por gracia divina. Cada cambio en nosotros, desde el momento de recibir a Cristo y aquellos que nos conforman mas y mas a la imagen de Él, todo es una manifestación de la gracia de Dios.

La gracia de Dios es el favor inmerecido de Señor. Es la libre manifestación de su amor a los que no lo merecen. No sólo no lo merecemos, sino que de acuerdo a la justicia de Dios, debíamos recibir el castigo eterno por nuestra rebeldía contra Él. La redención de cada persona, sin importar cuán recta y atractiva sea según los hombres, es un milagro de la gracia divina. Blas Pascal, filosofo francés del siglo XVII dijo: "La gracia es requerida para transformar al hombre en santos; y aquel que duda de esto, no sabe ni lo que es un hombre ni lo que es un santo".

Por medio de la fe (Efesios 2:8)

La segunda palabra clave es fe. No es únicamente una fe que acepta la veracidad de una enseñanza, santiago nos recuerda que los demonios creen en la existencia y el poder de Cristo. La fe no es creer en Jesucristo y también confiar en uno mismo y en lo que uno hace.
La fe verdadera incluye los conceptos de creer y confiar. Anécdotas: Jean Francois Gravalet caminó en un alambre de 300 mts. de largo tendido a 50 mts. por encima de las cataratas del Niágara cargando a un hombre sobre sus hombros. Cuando hubo llegado sin novedad al otro lado, preguntó a otro hombre de la multitud que presencio al acto: ¿Cree que puedo llevarlo a usted? El señor respondió: ¡Cómo no! Acabo de ver que puede hacerlo! entonces, suba, dijo Gravalet. Pero el hombre gritó: ¡Ni pensarlo!. No existe fe verdadera cuando uno no confía.

Pero cuando uno cree que Jesús murió por sus pecados y resucito de los muertos y confía totalmente en la salvación por Él, esa persona esta confiando a Cristo su vida eterna. Cristo es el único salvador; no hay otro (Hch 4:11-12). Él es el salvador suficiente; no hay que confiar en otra cosa ademas de Él. No hay que confiar en la iglesia, el predicador, las ordenanzas o sacramentos, en las buenas costumbres, el servicio que uno hace a Dios, es los actos de caridad o en los esfuerzos por vivir como cristiano. Un maestro explicó la fe en estos términos: "Desechando todo lo demás, yo confió en Jesucristo". compare el testimonio personal del apóstol Pablo en Filipenses 3:8-9.

Dios por su gracia ofrece la salvación al hombre; éste por su fe la hace suya. La salvación es siempre por la fe, no a causa de la fe. La fe es el canal por el cual recibimos la dadiva de Dios de la vida eterna; no es la causa. Esto es para que el hombre nunca pueda gloriase, ni aun de su fe. Pero la fe es el único y necesario canal o medio para alcanzar la salvación (Jn 5:24; 17:3).

Nota: Lo esfuerzos humanos no contribuyen a la salvación, ¡no es por obras! (Efesios 2:9)

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